viernes, 11 de octubre de 2024

16 DE OCTUBRE: DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN



Los agricultores del mundo producen alimentos suficientes para alimentar a más personas de la población mundial existente, sin embargo el hambre persiste. Hasta 733 millones de personas se enfrentan al hambre debido a los conflictos, las repetidas crisis climáticas y las recesiones económicas. Esto repercute de manera más grave en los pobres y vulnerables, muchos de los cuales son hogares agrícolas, lo que refleja desigualdades cada vez mayores entre los países y dentro de ellos mismos.

La alimentación es la tercera necesidad humana más básica después del aire y el agua: todos deberían tener derecho a una alimentación adecuada. Derechos humanos tales como el derecho a la alimentación, la vida y la libertad, el trabajo y la educación están reconocidos por la Declaración Universal de Derechos Humanos y dos convenios internacionales jurídicamente vinculantes.

Entonces, ¿Por qué el Día Mundial de la Alimentación habla de ALIMENTOS?

Los "Alimentos" representan diversidad, nutrición, asequibilidad, accesibilidad e inocuidad. Debería haber una mayor diversidad de alimentos nutritivos disponibles en nuestros campos, redes de pesca, mercados y en nuestras mesas, para beneficio de todos.

Alrededor de 2800 millones de personas en el mundo no pueden permitirse una dieta saludable. Las dietas no saludables son la causa principal de todas las formas de malnutrición: desnutrición, carencia de micronutrientes y obesidad, que ahora existen en la mayoría de los países y afectan a todas las clases socioeconómicas. Sin embargo, hoy en día, demasiadas personas sufren de hambre y no pueden permitirse una dieta saludable.

Las personas más vulnerables a menudo se ven obligadas a depender de alimentos básicos o menos caros, que pueden ser poco saludables, mientras que otras sufren por la falta de disponibilidad de alimentos frescos o variados, carecen de la información que necesitan para elegir una dieta saludable o simplemente optan por la comodidad.

El hambre y la malnutrición se ven aún más exacerbadas por las crisis prolongadas o duraderas impulsadas por una combinación de conflictos, fenómenos meteorológicos extremos y crisis económicas. Los sistemas agroalimentarios, en su conjunto, son vulnerables a los desastres y las crisis, en particular a las repercusiones del cambio climático, pero al mismo tiempo generan contaminación, degradan el suelo, el agua y el aire, y contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero y a la pérdida de biodiversidad. Al transformar los sistemas agroalimentarios, existe un gran potencial para mitigar el cambio climático y fomentar medios de vida pacíficos, resilientes e inclusivos para todos.

¿Qué hace la FAO?

La FAO proporciona a los países asistencia técnica sobre políticas y legislación, fortalece la gobernanza y los mecanismos de supervisión, desarrolla capacidades y promueve el diálogo político entre las múltiples partes interesadas para transformar los sistemas agroalimentarios y obtener una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor para todos. También brindamos asistencia humanitaria y de desarrollo de la resiliencia a las personas más vulnerables y afectadas por la crisis, y a sus comunidades, otorgando apoyo agrícola en momentos críticos a casi 57 millones de personas en 2023.

Un mundo con seguridad alimentaria y nutritivo para todos requiere inversiones masivas, innovación, ciencia, tecnología y una amplia colaboración entre una variedad de agentes, incluidos los gobiernos, el sector privado, las instituciones académicas y de investigación, y la sociedad civil.

 


 

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