¿Qué es el Día de la Tierra y por qué se celebra en abril?
El Día de la Tierra es un día internacional dedicado a nuestro planeta. Este día llama la atención sobre el medioambiente y promueve la conservación y la sostenibilidad.
Cada año, el 22 de abril, alrededor de mil millones de personas de más de 190 países actúan para crear conciencia sobre la crisis climática y provocar un cambio de comportamiento para proteger el medioambiente. En 2020, el Día de la Tierra celebró su 50º aniversario.
Se puede participar en el Día de la Tierra de muchas formas, incluso mediante pequeños proyectos caseros o en las escuelas, como plantar un jardín de hierbas o recoger basura. La gente también se ofrece voluntaria para plantar árboles, unirse a otras iniciativas ecológicas o participar en protestas callejeras sobre el cambio climático y la degradación del medio ambiente.
Las campañas y proyectos oficiales del Día de la Tierra pretenden aumentar los conocimientos sobre el medio ambiente y reunir a personas o grupos con ideas afines para abordar problemas como la deforestación, la pérdida de biodiversidad y otros retos.
El lema mundial del Día de la Tierra de este año es "El planeta contra los plásticos", que reconoce la amenaza que los plásticos suponen para la salud humana. Los activistas defienden una reducción del 60% en la producción de plásticos para 2040.
Del 23 al 29 de abril de 2024, gobiernos y ONG de todo el mundo se reunirán en Ottawa para seguir negociando los términos del Tratado Mundial de las Naciones Unidas sobre el Plástico.
¿Cómo empezó el Día de la Tierra?
Millones de personas salieron a las calles de ciudades y pueblos de Estados Unidos el 22 de abril de 1970 en manifestaciones masivas por el daño que se estaba causando al planeta y a sus recursos.
Como
parte de las protestas, los manifestantes paralizaron la bulliciosa
Quinta Avenida de Nueva York, mientras estudiantes se hicieron pasar por
muertos en el aeropuerto de Logan, en Boston, en protesta por los daños
ambientales.
El impacto ambiental del auge consumista de la
posguerra empezaba a dejarse sentir en aquella época. Los vertidos de
petróleo, la contaminación de las fábricas y otras amenazas ecológicas
iban en aumento, sin que apenas existiera legislación para evitarlos.
Las protestas reunieron a personas de todos los ámbitos de la vida estadounidense -un 10% de la población del país- para manifestarse y expresar sus demandas de un cambio hacia la sostenibilidad. El sitio web del Día de la Tierra lo denomina el nacimiento del movimiento ecologista moderno.
¿Qué llevó a las protestas callejeras de 1970?
Preocupado
por los crecientes niveles de destrucción descontrolada del medio
ambiente, el senador Gaylord Nelson de Wisconsin propuso en 1969 una
serie de jornadas y eventos en los campus universitarios de Estados
Unidos para promover la concientización sobre las amenazas ambientales.
Nelson
se unió al diputado Pete McCloskey y al activista Denis Hayes para
organizar los eventos, pero el grupo pronto reconoció una oportunidad de
ampliar el evento más allá de la población universitaria.
Los actos de protesta del recién bautizado Día de la Tierra atrajeron la atención de los medios de comunicación nacionales estadounidenses y recibieron el apoyo de unos 20 millones de personas de todas las edades y tendencias políticas, profesiones y niveles de renta.
¿Qué se consiguió con las protestas?
Las manifestaciones del Día de la Tierra dejaron una huella indeleble en la política estadounidense. A finales de 1970 se
creó la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA, por su sigla en
inglés) y se promulgaron numerosas leyes para proteger el medio ambiente. Entre ellas, la Ley Nacional de Educación Ambiental, la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo y la Ley de Aire Limpio.
Pronto
se promulgaron otras leyes para proteger la calidad del agua y las
especies amenazadas, así como para controlar el uso de productos
químicos y pesticidas nocivos.
¿Cuándo se globalizó el Día de la Tierra?
El Día de la Tierra fue más allá de Estados Unidos en 1990. Alrededor de 200 millones de personas de 141 países se unieron ese año a los esfuerzos por impulsar el reciclaje en todo el mundo, allanando el camino para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo de 1992 en Rio de Janeiro (Brasil).
¿Por qué es importante hoy el Día de la Tierra?
A medida que se acercaba el milenio, el movimiento del Día de la Tierra dirigió su atención a la creciente realidad de la inminente crisis climática con un mensaje claro para los líderes mundiales y las empresas: es necesario actuar urgentemente para hacer frente al calentamiento global.
Es un mensaje aún más pertinente hoy en día. El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) afirma que, si no se adoptan medidas inmediatas para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, el mundo va camino de alcanzar en 2100 temperaturas 3,2º C por encima de los niveles preindustriales. Este nivel de calentamiento sería catastrófico para el planeta y toda la vida que lo habita, incluidos los seres humanos.
Según el Informe sobre Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial, los riesgos ambientales representan la mitad de los diez principales riesgos en los próximos diez años, siendo los tres primeros los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios críticos en los sistemas de la Tierra, la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas.
La naturaleza es nuestro mayor aliado en la lucha contra la crisis climática: ha frenado el calentamiento global al absorber el 54% de las emisiones de dióxido de carbono de origen humano en los últimos diez años. Sin embargo, estamos perdiendo animales, especies marinas, plantas e insectos a un ritmo sin precedentes, no visto en 10 millones de años. Las amenazas derivadas de la actividad humana para la producción de alimentos y el uso de los océanos, las infraestructuras, la energía y la minería ponen en peligro alrededor del 80% de todas las especies amenazadas o casi amenazadas.
El Día de la Tierra se ha convertido en un referente en la lucha contra el cambio climático y la pérdida de la naturaleza. Al celebrar su 54.º aniversario, debemos aprovechar este movimiento verdaderamente mundial para actuar, como ciudadanos y gobiernos, como consumidores y empresas, y como individuos y comunidades. Nuestra supervivencia podría depender de ello.
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