lunes, 19 de octubre de 2020

17 DE OCTUBRE: DÍA MUNDIAL CONTRA LA ERRADICACIÓN DE LA POBREZA

 



En un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros, es un escándalo moral que millones de personas vivan en la extrema pobreza. Por ese motivo, debemos dejar de pensar que este problema es exclusivamente una falta de ingresos. Se trata de un fenómeno multidimensional que comprende, además, la falta de las capacidades básicas para vivir con dignidad.

Las personas que viven en la pobreza experimentan muchas privaciones interrelacionadas que se refuerzan mutuamente, inmpidiéndoles ejercer sus derechos y perpetuar su pobreza, entre ellas:

  • condiciones de trabajo peligrosas
  • vivienda insegura
  • falta de alimentos nutritivos
  • acceso desigual a la justicia
  • falta de poder político
  • acceso limitado a la atención médica

 Este año marca el 27º aniversario de la declaración del Día Internacional por parte de la Asamblea General, en su resolución 47/196 de 22 de diciembre de 1992. A su vez, 2020 marca el 32º aniversario del llamamiento a la acción del Padre Joseph Wresinski – que inspiró la celebración del 17 de octubre como el Día Mundial para la Superación de la Pobreza Extrema y que, 5 años después, conllevaría el reconocimiento por las Naciones Unidas del día como el Día Internacional para la Erradicación de la pobreza.

 Actuar juntos para lograr justicia social y medioambiental para todas las personas

Este año, el tema del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza aborda el desafío de lograr la justicia social y medioambiental para todas las personas. El creciente reconocimiento de la multidimensionalidad de la pobreza significa que ambos elementos están inseparablemente entrelazados, y que la justicia social no puede realizarse plenamente sin abordar simultáneamente y de manera drástica las injusticias medioambientales.

Aunque se ha avanzado en la lucha contra la pobreza en el ámbito de los ingresos, se han tenido menos en consideración, en el marco de un enfoque más global, otras dimensiones importantes de la pobreza como el creciente impacto medioambiental.

Las personas que viven en la extrema pobreza, a menudo por pura necesidad, son las primeras en actuar de manera concreta dentro de sus comunidades en respuesta a la misma, al cambio climático y los desafíos medioambientales. Sin embargo, sus esfuerzos y su experiencia suelen pasar desapercibidos y no se aprecian; no se toma en consideración su capacidad para contribuir positivamente a la búsqueda de soluciones; no se les reconoce como impulsores del cambio y sus voces no se escuchan, especialmente en los órganos internacionales. 

Pero esto tiene que cambiar. La participación, los conocimientos, las contribuciones y la experiencia de las personas en situación de pobreza y a quienes se deja atrás deben ser valoradas, respetadas y se deben reflejar en nuestros esfuerzos por construir un mundo equitativo y sostenible en el que haya justicia social y medioambiental para todas las personas.

¿Sabías que…?

  • Unos 736 millones de personas vivían con menos de 1,90 dólares diarios en 2015.
  • En 2018, ocho por ciento de los trabajadores de todo el mundo vivían con sus familias con menos de 1,90 dólares diarios por persona.
  • La mayoría de las personas que viven por debajo del umbral de pobreza se encuentran en dos regiones: Asia meridional y África subsahariana.
  • Las altas tasas de pobreza se encuentran a menudo en los países pequeños, frágiles y afectados por conflictos armados.
  • En 2018, el 55 por ciento de la población mundial no tenía acceso a ningún programa de ayuda social de dinero en efectivo.

 


 


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