La planificación familiar es un derecho humano

El Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo estableció en 1989 el Día Mundial de la Población, con el que se pretende centrar la atención en la urgencia e importancia de las cuestiones relativas a la población. El interés nació de la celebración el 11 de julio de 1987 del «Día de los cinco mil millones».
Este año, que la celebración se centra en el reconocimiento de la planificación familiar como derecho humano, se cumplen 50 años de la Conferencia Internacional de Derechos Humanos de 1968, cuando la planificación familiar fue reconocida mundialmente, por primera vez, como un derecho humano. El documento final de la conferencia, titulado la Proclamación de Teherán, declara inequívocamente que: "Los padres tienen el derecho humano básico de determinar libremente el número de sus hijos y los intervalos entre los nacimientos".
Tras esta declaración, se empezó a tomar conciencia de que las mujeres y las niñas no tienen que sufrir el agotamiento ni el peligro de los embarazos demasiado numerosos y muy juntos. Los hombres y las mujeres tienen el derecho de elegir la frecuencia con la que quieren tener hijos, o incluso renunciar a tenerlos. Todo individuo tiene derecho a determinar la dirección y el alcance de su futuro.

Nueve estándares para ejercer el derecho humano a la planificación familiar

  • Sin discriminación: La información y los servicios de planificación familiar no deben restringirse por motivos de raza, sexo, idioma, religión, afiliación política, origen nacional, edad, situación económica, lugar de residencia, discapacidad o estado civil.
  • Disponibilidad: La información y los métodos anticonceptivos deben estar disponibles en cantidad y variedad suficiente para todos.
  • Accesibilidad: Los países deben garantizar que los productos y servicios de planificación familiar sean accesibles físicamente y asequibles para todos.
  • Aceptabilidad: La información y servicios de métodos anticonceptivos deben proporcionarse de manera digna, respetando tanto la ética médica moderna como la cultura de las personas que reciben atención.
  • Calidad: La información sobre planificación familiar debe comunicarse claramente y ser científicamente precisa.
  • Toma de decisiones: La asesoría integral en materia de reproducción permite que cada persona tome decisiones con la información necesaria, de forma independiente, sin presiones, coerción o tergiversación y rechaza opciones inapropiadas.
  • Privacidad y confidencialidad: Todas las personas deben disfrutar del derecho a la privacidad cuando buscan información y servicios de planificación familiar.
  • Participación: Los países tienen la obligación de garantizar la participación activa e informada de las personas en las decisiones que los afectan, incluidos los problemas de salud.
  • Responsabilidad: Los sistemas de salud, los sistemas educativos, los líderes y los legisladores son responsables de los esfuerzos para hacer realidad el derecho humano a la planificación familiar.
El Día Mundial de la Población es un evento anual que se celebra el 11 de julio con el fin de tomar conciencia de las temáticas globales demográficas. El evento fue establecido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en 1989, en virtud de que alrededor de este día, pero dos años atrás, la Tierra alcanzó los cinco mil millones de habitantes.
La población 11 de julio de 2008, en el aniversario número veinticinco del "día de los cinco mil millones", se estimó en 6.727.551.263. En 1968, los líderes mundiales proclamaron responsablemente el número y el espaciamiento de sus hijos. Cuarenta años después, los métodos anticonceptivos modernos permanecen inasequibles para cientos de millones de mujeres y hombres.
El Día Mundial de la Población reafirma el derecho de la gente para planificar sus familias, lo que impulsa actividades, eventos y difusión de información que ayuden a hacer real este derecho, principalmente para aquellos con mayor dificultad para acceder a la información y a los servicios necesarios para planificar sus familias, como la población marginal por los jóvenes.
Que la población pueda planear sus familias implica que puedan planear su vida. Pueden programar vencer a la pobreza, mejorar la salud de las madres e hijos, lograr una mayor equidad de género, planear derrotar la muerte materna y sostener a la juventud.
Más de 1.500 millones de personas tienen entre 10 y 25 años. Esta generación de adolescentes se aproxima a la adultez en un mundo que sus ancestros jamás pudieron imaginarse: Globalización, SIDA, comunicación electrónica y un cambio climático que ha modificado irrevocablemente el ambiente.
El escenario es heterogéneo, en razón de que los jóvenes comparten ideas, valores, música y símbolos a través de los medios masivos de comunicación y de la tecnología electrónica, lo que ha ocasionado el surgimiento de una cultura juvenil global. Muchos están organizándose y comunicándose a través de vías formales e informales.
Pero más de la mitad de los jóvenes vive en la pobreza con menos de dos dólares diarios. La mayoría de las veces carecen del acceso a las tecnologías y a la información. Muchos también enfrentan la desigualdad social, escuelas deficientes, discriminación de género, desempleo y sistemas de salud inadecuados. Esta situación se debe revertir, porque invertir en los jóvenes es invertir en los líderes futuros de las familias, comunidades y naciones del mundo.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas promueve y protege los derechos de los jóvenes, visionando un mundo en el cual los niños y las niñas tengan oportunidades óptimas para desarrollar plenamente su potencial, para expresarse libremente, para que sus opiniones sean respetadas y superen la pobreza, la discriminación y la violencia.
El Fondo trabaja a través de diversos sectores y con varios socios para:
Otorgar a los adolescentes y jóvenes las habilidades necesarias para lograr sus sueños, para pensar críticamente y expresarse con libertad. Promover la salud, lo que incluye permitirles el acceso a información de contenido sexual y reproductivo, educación, comodidades y servicios. Facilitar a los jóvenes el acceso a planes de vivienda y de empleo. Defender los derechos de los jóvenes, especialmente aquellos de las adolescentes y de los grupos marginales para que crezcan segura y saludablemente y sean objeto de inversiones sociales. Impulsar a los liderazgos juveniles y su participación en decisiones que les conciernan, incluyendo el desarrollo de sus sociedades.
El Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo estableció en 1989 el Día Mundial de la Población, con el que se pretende centrar la atención en la urgencia e importancia de las cuestiones relativas a la población, como resultado del interés generado por el Día de los cinco mil millones, que se celebró el 11 de julio de 1987. La Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la resolución 45/216 de diciembre de 1990, decidió continuar con la iniciativa del Día Mundial de la Población para aumentar la concienciación sobre las cuestiones relacionadas con este ámbito, incluidas sus vinculaciones con el medio ambiente y el desarrollo. El Día se celebró por primera vez el 11 de julio de 1990 en más de 90 países. Desde entonces, varias oficinas del UNFPA en los países y otras organizaciones e instituciones conmemoran el Día Mundial de la Población en asociación con los gobiernos y la sociedad civil.
Planificación familiar, para empoderar a las personas y contribuir al desarrollo de los países