Este miércoles 22 de abril de 2020 se celebra el Día de la Tierra, que se conoce oficialmente como el Día Internacional de la Madre Tierra. Este día se celebra en multitud de países de todos los continentes y pone el foco en todos los problemas y preocupaciones que afectan al medio ambiente.
Aunque
en 2020 el Día de la Tierra estará marcado por la crisis sanitaria
provocada por el coronavirus, hay que tener en cuenta también otra de las crisis que afecta también a todos los nivles: la crisis medioambiental. Esta, al igual que la pandemia de COVID-19, tiene un impacto a nivel mundial y puede llegar a un punto de no retorno.
¿Por qué se celebra el día 22 de abril?
El Día Internacional de la Madre Tierra se aprobó en la Asamblea General de la ONU en el año 2009,
sin embargo, su origen se dio en la década de los 60. El que fuera
senador de Wisconsin, Gaylord Nelson, llevó a cabo numerosas campañas a
favor del medio ambiente, tal y como explica Cultura Colectiva.
En 1969 organizó una manifestación que consiguió la movilización de 20 millones de personas
que consiguió influir a nivel político y social, ya que se creó la
Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).
En el año 1972, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano celebrada en Estocolmo, sentó las bases sobre la toma de conciencia en referencia a la independencia de los seres vivos y del planeta, según la Organización de las Naciones Unidas.
Así, se implantó el día 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente y
se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA). En el año 1992, más de 178 países firmaron la Agenda 21, la
Declaración sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y la Declaración de
Principios para la Gestión Sostenible de los Bosques en la "Cumbre de la
Tierra", celebrada en Río de Janeiro (Brasil).
A partir de entonces, la preocupación por el medio ambiente dentro de la ONU y en la propia sociedad no ha parado de crecer, tomando a día de hoy una fuerte relevancia y acrecentándose la toma de conciencia sobre la importancia que este tema tiene para la protección de la naturaleza y los recursos naturales.
Cuando la Madre Tierra nos manda un mensaje
La Madre Tierra claramente nos pide que actuemos. La naturaleza sufre. Los incendios en Australia, los mayores registros de calor terrestre y la peor invasión de langostas en Kenia... Ahora nos enfrentamos a COVID -19, una pandemia sanitaria mundial con una fuerte relación con la salud de nuestro ecosistema.
El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la
naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como
la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y
ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre,
pueden aumentar el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas
de animales a humanos (enfermedades zoonóticas).
De acuerdo con PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada 4 meses. De estas enfermedades, el 75% provienen de animales.
Esto muestra las estrechas relaciones entre la salud humana, animal y ambiental.
El impacto visible y positivo del virus, ya sea a través de la
mejora de la calidad del aire o la reducción de las emisiones de gases
de efecto invernadero, no es más que temporal, ya que se debe a la
trágica desaceleración económica y la angustia humana.
Recordemos más que nunca en este Día Internacional de la Madre
Tierra que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que
funcione tanto para las personas como para el planeta. Promovamos la armonía con la naturaleza y la Tierra.
La importancia de la biodiversidad para los humanos
El brote de coronavirus representa un riesgo enorme para la salud
pública y la economía mundial, pero también para la diversidad
biológica. Sin embargo, la biodiversidad puede ser parte de la solución,
ya que una diversidad de especies dificulta la propagación rápida de los patógenos.
Este Día de la Madre Tierra, coincidiendo con el Súper Año de la Biodiversidad, se centra en el papel de la diversidad biológica como indicador de la salud de la Tierra.
Igualmente, cada vez es más evidente su impacto en la salud humana. Los
cambios en la biodiversidad afectan al funcionamiento de los
ecosistemas y pueden ocasionar alteraciones importantes de los bienes y
servicios que estos proporcionan. Los vínculos específicos entre la
salud y la biodiversidad incluyen posibles impactos en la nutrición, la
investigación sanitaria y la medicina tradicional, la generación de
nuevas enfermedades infecciosas y cambios significativos en la
distribución de plantas, patógenos, animales e incluso asentamientos
humanos, algo que puede ser alentado debido al cambio climático.
A pesar de los esfuerzos actuales, la biodiversidad se está
deteriorando en todo el mundo a un ritmo sin precedentes en la historia
humana. Se estima que alrededor de un millón de especies animales y
vegetales se encuentran actualmente en peligro de extinción.
Con este panorama general y el escenario del coronavirus, nuestra
prioridad inmediata es evitar la propagación de COVID-19, pero a largo
plazo, es importante abordar la pérdida de hábitat y biodiversidad.