Formas en que el tabaco pone en peligro la salud pulmonar de las personas de todo el mundo
El
Día Mundial Sin Tabaco 2019 se centrará en las múltiples maneras en que
la exposición al tabaco afecta a la salud pulmonar de las personas de
todo el mundo.
Estas son:
Cáncer de pulmón. Fumar
tabaco es la principal causa del cáncer de pulmón, responsable de más
de dos tercios de las muertes por cáncer de pulmón en todo el mundo. La
exposición al humo de tabaco ajeno en el hogar o en el lugar de trabajo
también aumenta el riesgo de cáncer de pulmón. Dejar de fumar puede
reducir el riesgo de cáncer de pulmón: después de 10 años de dejar de
fumar, el riesgo de cáncer de pulmón se reduce a aproximadamente la
mitad del de un fumador.
Enfermedades respiratorias crónicas. Fumar
tabaco es la causa principal de la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (EPOC), una afección en que la acumulación de mucosidad con pus
en los pulmones provoca una tos dolorosa y terribles dificultades
respiratorias. El riesgo de desarrollar EPOC es particularmente alto
entre las personas que comienzan a fumar a una edad temprana, ya que el
humo del tabaco retrasa significativamente el desarrollo pulmonar. El
tabaco también exacerba el asma, que restringe la actividad y contribuye
a la discapacidad. El abandono temprano del hábito de fumar es el
tratamiento más eficaz para retrasar la progresión de la EPOC y mejorar
los síntomas del asma.
A lo largo de la vida. Los
bebés expuestos en el útero a las toxinas del humo de tabaco, a través
del tabaquismo materno o de la exposición materna al humo ajeno,
experimentan con frecuencia una disminución del crecimiento de los
pulmones y de la función pulmonar. Los niños pequeños expuestos al humo
de tabaco ajeno corren el riesgo de agravamiento del asma, la neumonía y
la bronquitis, así como infecciones frecuentes de las vías
respiratorias inferiores. A nivel mundial, se calcula que 165 000 niños
mueren antes de cumplir 5 años por infecciones de las vías respiratorias
inferiores causadas por el humo de tabaco ajeno. Los que viven hasta la
edad adulta siguen sufriendo las consecuencias para la salud de la
exposición al humo de tabaco ajeno, ya que las infecciones frecuentes de
las vías respiratorias inferiores en la primera infancia aumentan
significativamente el riesgo de desarrollar EPOC en la edad adulta.
Tuberculosis. La
tuberculosis (TB) daña los pulmones y reduce la función pulmonar, lo
que se ve agravado por el tabaquismo. Los componentes químicos del humo
del tabaco pueden desencadenar infecciones latentes de TB, con las que
está infectada alrededor de una cuarta parte de la población. La TB
activa, agravada por los efectos nocivos del tabaquismo en la salud
pulmonar, aumenta sustancialmente el riesgo de discapacidad y muerte por
insuficiencia respiratoria.
Contaminación del aire. El
humo del tabaco es una forma muy peligrosa de contaminación del aire de
interiores: contiene más de 7000 sustancias químicas, 69 de las cuales
se sabe que causan cáncer. Aunque el humo puede ser invisible e inodoro,
puede permanecer en el aire hasta cinco horas, poniendo a las personas
expuestas en riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, enfermedades
respiratorias crónicas y reducción de la función pulmonar.
Objetivos de la campaña del Día Mundial Sin Tabaco 2019
La
medida más eficaz para mejorar la salud pulmonar es reducir el consumo
de tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno. Sin embargo, en
algunos países, el conocimiento entre amplios sectores del público en
general y, en particular, entre los fumadores sobre las consecuencias
del tabaquismo y de la exposición al humo de tabaco ajeno para la salud
pulmonar de las personas es escaso. A pesar de las sólidas pruebas de
los daños del tabaco para la salud pulmonar, el potencial del control
del tabaco para mejorar la salud pulmonar sigue siendo subestimado.
La campaña del Día Mundial Sin Tabaco 2019 servirá para concienciar sobre:
El tema transversal del tabaco y la salud pulmonar tiene
repercusiones en otros procesos mundiales, como los esfuerzos
internacionales por controlar las enfermedades no transmisibles (ENT),
la TB y la contaminación del aire para promover la salud. Es una
oportunidad para involucrar a las partes interesadas de todos los
sectores y empoderar a los países con el fin de que fortalezcan la
aplicación de las medidas de control del tabaco de probada eficacia
MPOWER contenidas en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS).
Llamamiento a la acción
La
salud pulmonar no se logra simplemente por la ausencia de enfermedades,
y el humo del tabaco repercute de manera importante en la salud
pulmonar de los fumadores y no fumadores en todo el mundo.
Para
alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de
reducir en un tercio la mortalidad prematura por ENT para 2030, el
control del tabaco debe ser una prioridad para los gobiernos y las
comunidades de todo el mundo. En la actualidad, el mundo no está bien
encaminado para alcanzar esta meta.
Los países deben responder a
la epidemia de tabaquismo mediante la plena aplicación del CMCT de la
OMS y la adopción de las medidas MPOWER al más alto nivel, lo que
implica la formulación, la aplicación y el cumplimiento de las políticas
de control del tabaco más eficaces destinadas a reducir la demanda de
tabaco.
Los padres y otros miembros de la comunidad también deben
tomar medidas para promover su propia salud y la de sus hijos
protegiéndolos de los daños causados por el tabaco.
Datos y cifras
- El tabaco mata hasta a la mitad de sus consumidores.
- El tabaco mata cada año a más de 7 millones de personas, de las que más de 6 millones son consumidores del producto y alrededor de 890 000 son no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno.
- Casi el 80% de los más de mil millones de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos bajos o medios.
Una de las principales causas de defunción, enfermedad y empobrecimiento
El tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública que
ha tenido que afrontar el mundo. Mata a más de 7 millones de personas
al año, de las cuales más de 6 millones son consumidores directos y
alrededor de 890 000 son no fumadores expuestos al humo ajeno.
Casi el 80% de los más de mil millones de fumadores que hay en el
mundo viven en países de ingresos bajos o medios, donde es mayor la
carga de morbilidad y mortalidad asociada al tabaco.
Los consumidores de tabaco que mueren prematuramente privan a sus
familias de ingresos, aumentan el costo de la atención sanitaria y
dificultan el desarrollo económico.
En algunos países, los niños de los hogares pobres trabajan con
frecuencia en el cultivo de tabaco para aumentar los ingresos
familiares. Esos niños son especialmente vulnerables a la enfermedad del
tabaco verde, producida por la nicotina que absorbe la piel cuando se
manipulan hojas de tabaco húmedas.
La vigilancia es crucial
Un seguimiento eficaz permite determinar la amplitud y el carácter
de la epidemia de tabaquismo y la mejor manera de adaptar las
políticas. Solo uno de cada tres países, que representan un tercio de la
población mundial, hace un seguimiento del consumo de tabaco, para lo
cual realizan sistemáticamente, cada cinco años, encuestas
representativas entre jóvenes y adultos de todo el país.
El humo ajeno mata
Humo ajeno es el que llena restaurantes, oficinas y otros espacios cerrados cuando la gente quema productos de tabaco como cigarrillos, bidis y pipas de agua. El humo del tabaco contiene más de 4000 productos químicos, de los cuales se sabe que al menos 250 son nocivos, y más de 50 causan cáncer.No hay un nivel seguro de exposición al humo de tabaco ajeno.
- En los adultos, el humo ajeno causa graves trastornos cardiovasculares y respiratorios, en particular coronariopatías y cáncer de pulmón. Entre los lactantes causa muerte súbita. En las mujeres embarazadas ocasiona bajo peso ponderal del recién nacido.
- Casi la mitad de los niños respiran normalmente aire contaminado por humo de tabaco en lugares públicos.
- El humo de tabaco ajeno causa alrededor de 890 000 muertes prematuras cada año.
- En 2004, los niños representaron el 28% de las defunciones atribuibles al humo de tabaco ajeno.
Todas las personas deberían poder respirar aire sin humo. Las
leyes contra el humo protegen la salud de los no fumadores, son bien
acogidas, no perjudican a los negocios y animan a los fumadores a dejar
de fumar.
Más de 1300 millones de personas, o el 18% de la población
mundial, están protegidas por leyes nacionales integrales sobre espacios
sin humo.
Los consumidores de tabaco necesitan ayuda para dejarlo
Diversos estudios revelan que pocas personas comprenden los
riesgos específicos para la salud que entraña el consumo de tabaco. Por
ejemplo, un estudio realizado en China en 2009 reveló que solo un 38% de
los fumadores sabía que el tabaco provocaba cardiopatía coronaria, y
solo un 27% sabía que ocasionaba accidentes cerebrovasculares.
La mayoría de los fumadores que conocen los peligros del tabaco
desean dejarlo. El asesoramiento y la medicación pueden duplicar con
creces la probabilidad de que un fumador que desea abandonar el tabaco
lo consiga.
Solo 24 países, que representan el 15% de la población mundial,
disponen de servicios nacionales integrales para ayudar a los
consumidores a dejar de fumar.
No hay ningún tipo de asistencia para dejar de fumar en una cuarta parte de los países de bajos ingresos.
Las advertencias gráficas funcionan
Las advertencias textuales y gráficas impactantes (en especial las
que incluyen imágenes) permiten reducir el número de niños que empiezan
a fumar y aumentar el número de fumadores que dejan el tabaco.
Las advertencias gráficas pueden persuadir a los fumadores de que
protejan la salud de los no fumadores fumando menos en el interior de
las viviendas y evitando fumar cerca de los niños. Los estudios llevados
a cabo tras implantarse las advertencias gráficas en el Brasil, Canadá,
Singapur y Tailandia muestran sistemáticamente que esas advertencias
promueven considerablemente la sensibilización de las personas respecto
de los peligros del consumo de tabaco.
Solo 42 países, que representan el 19% de la población mundial,
aplican las prácticas óptimas relativas a las advertencias gráficas, que
comprenden la inclusión de advertencias en el idioma local y la
exigencia de que ocupen, en promedio, al menos la mitad del anverso y el
reverso de los paquetes de cigarrillos. La mayoría de ellos son países
de ingresos bajos o medios.
Las campañas en los medios de información también pueden reducir
el consumo de tabaco alentando a la gente para que proteja a los no
fumadores y convenciendo a los jóvenes para que abandonen el tabaco.
Más de la mitad de la población mundial vive en los 39 países que
en los dos últimos años han realizado al menos una campaña intensiva
contra el tabaco en los medios de comunicación.
La prohibición de la publicidad reduce el consumo
La prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco puede reducir el consumo.- La prohibición general de todas las formas de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco permitiría reducir el consumo de tabaco en un 7%, aproximadamente, como media, si bien en algunos países se podría lograr una disminución de hasta el 16%.
- Solo 29 países, que representan el 12% de la población mundial, han prohibido completamente todas las formas de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.
- Aproximadamente uno de cada tres países carece de restricciones, o solo tiene restricciones mínimas, de todas las formas de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.
Los impuestos desalientan el consumo de tabaco
Los impuestos al tabaco son el medio más eficaz para reducir el
consumo, especialmente entre los jóvenes y los pobres. Un 10% de aumento
de esos impuestos reduce el consumo de tabaco aproximadamente un 4% en
los países de ingresos altos y un 5% en los países de ingresos bajos o
medios.
A pesar de ello, establecer impuestos altos al tabaco es una
medida poco frecuente. Solo 33 países, que representan el 10% de la
población mundial, tienen impuestos sobre el tabaco que superan el 75%
del precio al por menor.
A tenor de los datos disponibles, los ingresos fiscales son, en
promedio, 269 veces mayores que los gastos en actividades de control del
tabaco.
Debe detenerse el comercio ilícito de productos de tabaco
El comercio ilícito de productos de tabaco plantea en el mundo
entero grandes problemas sanitarios, económicos y relacionadas con la
seguridad. Se estima que uno de cada 10 cigarrillos y demás productos de
tabaco que se consumen a nivel mundial es de origen ilícito. El mercado
ilícito cuenta con el respaldo de diversos agentes, desde pequeños
vendedores ambulantes hasta redes del crimen organizado involucradas en
el tráfico de armas y de seres humanos.
La elusión fiscal (lícita) y la evasión fiscal (ilícita) socavan
la eficacia de las políticas de control del tabaco, en particular el
aumento de los impuestos sobre el tabaco. Estas actividades abarcan
medidas legales, como la compra de productos de tabaco en jurisdicciones
con menores impuestos, e ilegales, como el contrabando, la fabricación
ilícita y la falsificación.
La industria tabacalera y otros a menudo sostienen que el alza de
impuestos sobre los productos de tabaco lleva a la evasión fiscal. Sin
embargo, los datos demuestran que factores extrafiscales, como una
gobernanza débil, altos niveles de corrupción, compromiso insuficiente
del gobierno para combatir el tabaco ilícito, administraciones aduanera y
fiscal ineficientes, y la existencia de canales oficiosos de
distribución de productos de tabaco, son igual de importantes o más.
Hay un consenso general en que el control del comercio ilícito
beneficiará el control del tabaco y la salud pública, y arrojará mayores
beneficios para los gobiernos. Entre ellos destacan la disminución de
las muertes prematuras debidas al consumo de tabaco y el aumento de la
recaudación fiscal para los gobiernos.
La detención del comercio ilícito de productos de tabaco es una
prioridad sanitaria alcanzable. Pero para ello es necesario mejorar los
sistemas nacionales y subnacionales de administración fiscal y la
colaboración internacional. El Protocolo para la eliminación del
comercio ilícito de productos de tabaco del Convenio Marco de la OMS
para el Control del Tabaco es la política esencial de regulación de la
oferta para reducir el consumo de tabaco y sus consecuencias sanitarias y
económicas.
De cara al público, la industria tabacalera se muestra favorable a
la adopción de medidas contra el tráfico ilícito, pero se comporta de
forma muy diferente entre bastidores. Según demuestran una serie de
documentos internos del sector, dados a conocer en el contexto de
diversas causas judiciales, en realidad la industria del tabaco ha
fomentado activamente el comercio ilícito en el mundo entero. Al mismo
tiempo, también se esfuerza por impedir la aplicación de medidas de
control de tabaco, por ejemplo en forma de subidas de impuestos o de
requisitos que exigen la inclusión de advertencias sanitarias gráficas,
alegando falazmente que impulsarán el comercio ilícito.
La experiencia de muchos países demuestra que el comercio ilícito
puede combatirse de forma satisfactoria, incluso con el aumento de los
impuestos y precios del tabaco, lo que da lugar a mayores ingresos
fiscales y un menor consumo de tabaco. La aplicación y ejecución de
medidas contundentes para controlar el comercio ilícito de tabaco
mejoraría la eficacia de impuestos y precios del tabaco
considerablemente más altos y de políticas rigurosas de control del
tabaco en la reducción del consumo de tabaco y sus consecuencias
sanitarias y económicas.
Respuesta de la OMS
La OMS está determinada a luchar contra la epidemia de tabaco. El
Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco entró en vigor en
febrero de 2005 y en la actualidad hay 180 Partes suscritas que
representan más del 90% de la población mundial.
Este Convenio es un hito en la promoción de la salud pública. Es
un tratado basado en pruebas científicas que reafirma el derecho de las
personas al nivel más alto posible de salud, establece perspectivas
jurídicas para la cooperación sanitaria internacional y fija criterios
rigurosos en lo relativo al cumplimiento.
En 2008, la OMS adoptó un conjunto de medidas prácticas y
costoeficaces, a fin de intensificar la aplicación de las principales
disposiciones en materia de reducción de la demanda del Convenio Marco
de la OMS sobre el terreno: las medidas MPOWER. Cada una de las medidas
corresponde por lo menos a una disposición del Convenio Marco de la OMS
para el Control del Tabaco.
Las seis medidas MPOWER son las siguientes:
- Vigilar el consumo de tabaco y las medidas de prevención.
- Proteger a la población del humo de tabaco.
- Ofrecer asistencia a las personas que deseen dejar de fumar.
- Advertir de los peligros del tabaco.
- Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio.
- Aumentar los impuestos al tabaco.