La debacle de los bosques amazónicos
colombianos parece no tener fin. Todo lo contrario, la masacre de sus
árboles centenarios, de más de 20 metros de altura y hogar de especies
de plantas y animales indispensables para la vida, incrementa día a día
por el accionar de la motosierra.
En 2017, la deforestación en
la Amazonia del país tuvo un pico que resonó con fuerza. La región
perdió más de 144.000 hectáreas de bosque, lo que representó un
incremento del 65 por ciento. El panorama en 2018 aún es un
interrogante, ya que el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios
Ambientales (Ideam) todavía trabaja en la interpretación de los datos
que arrojan las imágenes satelitales, sobrevuelos y trabajos de campo.
Espera revelarla en mayo.
Sin embargo, el Proyecto de Monitoreo
de la Amazonia Andina (MAAP), portal web de Amazon Conservation y la
Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica (ACCA), publicó
un análisis con mapas e imágenes de satélite sobre la supuesta y aún
incierta cifra de pérdida de bosque en la tajada colombiana del pulmón
del mundo.
En
2017, la deforestación en la Amazonia del país perdió más de 144.000
hectáreas de bosque, lo que representó un incremento del 65 por ciento.
Según el MAAP, basado en los
datos de alertas tempranas por deforestación e imágenes satelitales, el
año pasado en la Amazonia colombiana fueron eliminadas 156.722 hectáreas
de bosque, desangre que tuvo su principal accionar en los departamentos de Caquetá, Guaviare y Meta.
“En 2018, siguiendo los patrones de
los últimos dos años, hubo un incremento significativo de la
deforestación en la Amazonia colombiana, posiblemente vinculado a
actividades como agricultura, ganadería y toma de tierras. La mayoría de
esa deforestación estuvo en el área de transición entre los Andes y la
Amazonia, uno de los intervalos de bosque más biodiversos en el mundo”,
cita el análisis.
“Impreciso”
Para Rodrigo Botero, Director
de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) y
conocedor de las dinámicas deforestadoras, el análisis de el MAAP es
impreciso, no tiene profundidad y no incluye datos de campo reales.
“Lo que menos me gusta es la interpretación de los datos. Se nota
claramente que el informe está hecho a la distancia, sin información
real de terreno y desconoce el principal factor de deforestación que
tanto hemos señalado en la región: el acaparamiento de tierras”.
Indicó que las más de 156.000
hectáreas supuestamente deforestadas en la Amazonia en 2018 son una
cifra imprecisa. “Va a ser mucho más alta. El Ministro de Ambiente ya
informó que estima que el año pasado la pérdida de bosque en Colombia
superó las 270.000 hectáreas. Yo creo que serán más de 300.000
hectáreas, de las cuales cerca de 200.000 estarán en la Amazonia. El 70
por ciento de la deforestación va a estar en la Amazonia”.
Enfatizó que el Proyecto de
Monitoreo de la Amazonia Andina subdimensiona el problema de la
deforestación y “hace una mala interpretación, desconoce el trabajo de
campo del país y no está compaginado con el Sistema de Monitoreo de
Bosques que hay en el territorio. Ya ha presentado imprecisiones en otros informes en Perú”.
“Eso no quiere decir que el único que
pueda sacar informes o análisis sea el Ideam. Hay sistemas paralelos y
complementarios que hacen un buen trabajo. Por ejemplo, en Brasil las
cifras de algunos privados son más precisas que las oficiales. En
Colombia tenemos un sistema de monitoreo robusto y técnicamente
solvente. No solo arroja cifras reales y exactas, sino que hace una
buena interpretación. La información presentada por MAAP se queda muy
corta y no revela lo que realmente está pasando”, apuntó el experto.
Por su parte, Edersson
Cabrera, coordinador del Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono del
Ideam, considera que el análisis de MAAP es una versión preliminar de
los datos que ellos mismos publicarán en mayo para todo el trópico de
Sudamérica, fecha en la que el Instituto también espera revelar la cifra total de deforestación en Colombia.
“Es una recopilación de las alertas
de deforestación presentadas en 2018. Los núcleos que reportan son casi
los mismos que los del Ideam, pero la magnitud es distinta. Ellos usan
un algoritmo que funciona para todo el trópico, mientras que nosotros
utilizamos uno específico para Colombia, y luego hacemos un proceso de
verificación, algo que MAAP no hace”.
Para
Rodrigo Botero, Director de la Fundación para la Conservación y el
Desarrollo Sostenible (FCDS) el análisis de el MAAP es impreciso, no
tiene profundidad y no incluye datos de campo reales.
Cabrera precisó que el
análisis presentado es muy preliminar. “Cualquier dato que se genere
requiere una verificación, además de considerar la dinámica de la
región. En unos sitios podría aumentar y en otros disminuir.
Los boletines del Ideam indican una alta concentración de deforestación
en Caquetá, Guaviare y sur del Meta, en donde podrían presentarse
incrementos de deforestación. El informe de MAAP da algunos vistos, pero
la cifra será superior”.
¿Y el acaparamiento?
Las imágenes satelitales del
Proyecto de Monitoreo de la Amazonia Andina, que cuenta con apoyo del
Fondo Internacional para la Conservación de Canadá y otras
organizaciones internacionales, indican que los motores directos de
deforestación más importantes en la Amazonia colombiana son la
agricultura y ganadería de pequeña y mediana escala. Entre tanto, asegura que según fuentes locales, el factor indirecto es el acaparamiento de tierras.
“Esto no corresponde con los factores
de deforestación que hemos señalado desde hace varios años en la
Amazonia. El acaparamiento de tierras es la gran dinámica deforestadora,
no la agricultura y ganadería. Insisto que el análisis no tiene
profundidad ni datos de campo reales, y lo único que genera es un ruido
en el país”, apuntó Botero.
MAAP resaltó las tres áreas más críticas en la Amazonia
colombiana por la deforestación en 2018, con sus respectivas pérdidas de
bosque: los Parques Nacionales Naturales de Chiribiquete y La Macarena
(42.225 hectáreas), Tinigüa (7.955 hectáreas) y los Llanos de Yarí
(11.036 hectáreas).
El análisis en cada una de las áreas
concluyó prácticamente lo mismo: que los motores directos de
deforestación son la agricultura y la ganadería. Llama la atención en
caso del Parque Chiribiquete, en el cual, según aseguró Julia Miranda,
Directora de Parques Nacionales, no hay presencia ni de ganado ni de
cultivos, solo apropiación ilegal de tierras por parte de las mafias.
Botero coincide. “Parece que
estuvieran hablando de otra parte del mundo y no de la Amazonia
colombiana. La problemática acá es el acaparamiento de tierras, algo que
no es mencionado en los tres análisis. La interpretación que hace MAAP
es imprecisa. Hablan de pequeños lotes de deforestación y eso no es
cierto. La tendencia en los últimos tres años nos ha mostrado los
parches más grandes de deforestación en la historia”.
ACTIVIDAD INDIVIDUAL: (GRADOS OCTAVOS, CUADERNO AMBIENTAL).
FECHA DE ENTREGA: MIÉRCOLES 20 DE FEBRERO DE 2019
1-
¿Qué nivel de contaminación tiene la ciudad en la que vives? Investígalo.
2-
¿Tienes auto? ¿Usas el auto realmente cuando lo necesitas? ¿Lo compartes con
tus vecinos y vecinas? ¿Funciona bien el transporte público en tu ciudad? ¿La
bicicleta es una opción dónde vives?
3-
¿Se están perdiendo los bosques en tu país? ¿Por qué? Investígalo.
4-
¿Has sembrado un árbol alguna vez en tu vida? ¿Por qué no lo haces?