El próximo 29 de Agosto se celebra el Día Internacional contra el Ruido, fecha de gran importancia dada las consecuencias y repercusiones que este efecto genera en el ser humano. Diversos científicos y expertos que tratan este tema y numerosos organismos.
Ruido es cualquier sonido que sea desagradable
o molesto, sin embargo, el nivel en que un ruido
pueda ser molesto, no sólo depende de la
calidad del sonido, sino también de nuestra
actitud hacia él.
Esta actividad se realiza con el fin de concienciar a las
personas acerca de un tipo de contaminación que pocas
personas asumen como tal, pero que tiene potenciales
consecuencias negativas para la salud, con el paso del tiempo.
El exceso de ruido o sonido es lo que se conoce como
contaminación acústica. No se acumula ni se transmite, sin
embargo, puede producir muchos problemas en la calidad de
vida de las personas.
Este tipo de contaminación está relacionado con el ruido de la
vida cotidiana, o al menos con las actividades que los producen
como el tráfico, los locales comerciales, las aglomeraciones de
gente, entre otros.
Una investigación vinculó a la contaminación sonora con
la posibilidad de aumentar el riesgo de sufrir hipertensión
arterial.
Estar expuesto continuamente a sonidos de más de 60
decibeles es un factor de riesgo para sufrir eventos
cardiovasculares, sobre todo en personas jóvenes y en adultos de
mediana edad.
Un informe reciente de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) catalogó a la
contaminación acústica como la segunda
amenaza ambiental, después de la polución.
Según cifras del ente de salud, 1,8% de los
ataques al corazón en los países europeos son responsabilidad
del ruido del tráfico.
RECOMENDACIONES PARA NO AFECTAR LA SALUD A
RAÍZ DE LOS RUIDOS
Evitar en lo posible pasar mucho tiempo a diario en las
congestiones vehiculares.
No usar el vehículo cuando sea más conveniente
caminar.
Procurar ambientes relajados y silenciosos para conciliar
el sueño.
Evitar que los ruidos que se generan en nuestros
domicilios no pasen a los vecinos, tener las aislaciones
acústicas necesarias para que la actividad que nos
propongamos no afecte a terceros.
Ser consientes en el uso sólo necesario de bocinas, tanto
en intensidad como en duración.
En empresas, contar con elementos de aislación acústica
personal o crear espacios de trabajo aislado de ruidos
molestos con barreras acústicas aislantes.
No gritar.
Escuchar música a volumen
moderado.
Informarnos acerca de los efectos del
ruido.
Pedir silencio cuando el ruido moleste.
Evitar el uso de alarmas sonoras o revisar su correcto
funcionamiento.
Controlar los ladridos de su perro.
No modificar el tubo de escape de los vehículos.
En comunidades o edificios evitar realizar trabajos
domésticos de noche.
Si trabajas en ambientes ruidosos, exigir la evaluación
ambiental del puesto de trabajo.
Ser responsable, el ruido que generas afecta a los demás.
Diversos científicos y expertos que tratan este tema y numerosos organismos oficiales han declarado de forma unánime que el ruido tiene efectos muy perjudiciales para la salud; estos pueden ser fisiológicos ó psicológicos como interferencias en la comunicación, perturbación del sueño, estrés, irritabilidad, disminución del rendimiento y la concentración, agresividad, cansancio, dolor de cabeza, problemas de estómago, alteración de la presión arterial, alteración del ritmo cardíaco, depresión del sistema inmunológico (bajada de defensas), problemas mentales, estados depresivos, entre otros.
El silencio y su importancia en la historia Antiguamente el silencio era valorado por muchas culturas, porque correspondía al espacio intimista y de culto, a través del cual los seres humanos se comunicaban con el “otro mundo”, lugar que según ellos era habitados por los espíritus de los ancestros o grandes patriarcas del colectivo.
Para el siglo primero, los romanos prohibieron la circulación de caballos y carretas, por considerar que alteraban el orden orgánico y funcional de la sociedad romana, al generar distractores que interrumpían el desarrollo cotidiano de la vida, además de causar efectos a largo plazo sobre la salud auditiva de los ciudadanos. Aquel que infligiera la norma, era castigado, incluso, con pena de muerte.
La revolución industrial trajo consigo, no sólo avance, sino también problemas que se acrecentaban día a día. El humo de las fábricas y el ruido constituyeron las bases de esta revolución que catapultó las urbes a lo que hoy conocemos como centro tecnificados industriales.
Es por esto que el último miércoles de abril la humanidad recuerda cada año, la importancia de insonorizar cada vez más las grandes metrópolis, cargadas de sonidos de alta y baja frecuencia que han ocasionado que parte de la población sufra de problemas de audición.